Las mejores series del 2015

Un año más toca hacer un repaso de la parrilla televisiva y debatir sobre qué series merecen estar en el ranking de lo mejor de lo mejor. Evidentemente en la lista faltan muchas que no he tenido la oportunidad de ver y que de ser así seguramente las incluiría. Por eso me gustaría saber cuál es vuestra lista y cuáles echáis en falta. Y sin más dilación, aquí va mi top:

1. The leftovers

La serie te deja al final de cada capítulo con cara de tonto. No entiendes nada, no sabes exactamente qué está pasando pero no puedes dejar de verla. Te atrapa, te hipnotiza. La clave está en que no se ha centrado en el misterio de por qué ha desaparecido el 2% de la población sino qué les pasa al 98% restante (The leftovers) y cómo lidian con la pérdida, cada uno a su manera.

En esta segunda temporada han querido darle un pequeño giro trayendo, en parte, la esperanza. Por ejemplo, han cambiado ese opening más trágico , divino e inspirado en las pinturas del renacimiento como las de la Capilla Sixtina por uno más alegre , country-folk, moderno. La maravillosa música lenta y deprimente de Max Ritcher sigue presente pero además de añadirle covers de Pixies y Grease, se ha incluido en la banda sonora temas más animados. Damon Lindelof (Perdidos) y Tom Perrota (escritor del libro homónimo del que se basa la serie) han sabido avanzar en la serie y no seguir contando lo mismo, añadiendo nuevos personajes y elementos sin olvidarse de los de la primera temporada, que nos siguen deleitando con sus magníficas actuaciones.

En The leftovers juegan muy bien con la narrativa. Lo pudimos ver ya el año pasado en el capítulo 9 y en esta en los primeros, en los que en vez de explicarnos todo linealmente han ido dando saltos y fragmentando la historia en diferentes puntos de vista. Además los primeros minutos de esta nueva temporada han sido lo más bizarro que he visto en televisión en mucho tiempo. Y el brillante último capítulo sólo ha hecho más que reafirmar que estamos ante lo mejor del año.

2. Fargo

Precuela que enseña a True Detective como se hace una buena segunda temporada. A diferencia de la serie de detectives, en ésta se ha mantenido su esencia. Es, junto a Hannibal, la serie con más personalidad que se ha emitido este año. Cada una con su estilo pero ambas llevan al extremo sus señas de identidad. En este caso vemos cómo se desarrolla la historia sobre Sioux Falls que le contó Lou Solverson a Lorne Malvo.

Seguimos encontrándonos con personajes estúpidos y situaciones absurdas pero también se ha creado una historia con un desarrollo más claro, narrando la pelea entre una familia que cuenta con un imperio criminal en Fargo y una mafia de Kansas con una visión más empresarial. La policía deberá lidiar con muertes involuntarias que desencadenan en intentos de venganza y con una guerra entre bandos. Noah Hawley sigue jugando con el espectador, utilizando nuevamente el irónico cartel al inicio de cada capítulo que anuncia que “esta es una historia real”, mostrándonos de repente situaciones totalmente absurdas, dándole un papel fundamental a personas de lo más comunes o mostrándonos varios guiños con la primera temporada como la inclusión de los mismos personajes pero en su niñez o con la voz en off del que fue su protagonista en la anterior entrega, Lester Nygaard.

Además esta vez se ha incorporado elementos característicos de la época en la que sucede la historia, finales de los años 70: el uso en el cine de la época de la pantalla partida (en este caso usado con maestría), la música, los OVNIS (un tema muy de moda por aquel entonces), la estética…

3. Mad Men

Una de las mejores series de la tercera edad de oro de la televisión terminó este año. A muchos puede aburrir porque en vez de girar sobre la acción, gira sobre los personajes. A lo largo de la temporada hemos visto como cada personaje ha ido tomando su rumbo, Peggy, Stan, Joan, Betty… Algunos desenlaces amargos pero la mayoría con final feliz. También hemos podido ver el viaje emocional de Don Draper. Desde el principio hemos comprobado que tras la fachada de triunfador y mujeriego se esconde una persona infeliz, un alcohólico con un triste pasado que no tiene suficiente con una bonita mujer, unos hijos cariñosos, un trabajo de éxito y una buena cantidad de dinero en el banco. Él lucha por ser feliz pero no sabe cómo. En esta séptima temporada ha intentado despojarse de lo material hasta llegar a las últimas escenas con ese brillante final que, aunque esté libre a la interpretación, te deja con una sonrisa en la cara. Sabe encontrar el punto medio entre el final conservador de Breaking Bad y el desconcierto de Perdidos.

Durante ocho años hemos podido ver los grandes acontecimientos de la historia, la revolución cultural o la llegada de la tecnología. Ha brillado por sus guiones, su ambientación, sus diálogos, su icónico protagonista pero también sus personajes femeninos, que en esta última temporada han destacado más que nunca y han demostrado que pueden llegar lejos si se lo porponen.

4. Mr. Robot

La sorpresa del verano ha sido Mr. Robot. Cuenta la historia de Elliot, un ingeniero que trabaja en la seguridad de sistemas con problemas para relacionarse socialmente y que dedica su tiempo libre a espiar a las personas a través del ordenador. En parte lo hace para exponer a aquellos que hacen algo malo, repartiendo «justicia cibernética». Pero todo cambia cuando un día lo contacta “Mr. Robot”, un hombre misterioso que le propone atacar una gran corporación y construir así un mundo mejor.

Una oscura trama que recuerda a las películas de David Fincher y en la que abunda la paranoia y los problemas por distinguir lo que es real y lo que es imaginario. Se expone una realidad muy actual y te hace reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos. Lo peor ha sido descubrir sus grandes giros casi al principio, que aunque no son muy obvios, se pueden llegar a intuir fácilmente. Pero para quien no haya sido tan avispado, disfrutará de las grandes sorpresas que le depara la serie. Además el actor que encarna al protagonista, Rami Malek, supone uno de los grandes descubrimientos, llevando a la perfección un personaje difícil.

5. Jessica Jones

Esto no es la típica serie de superhéroes. Después de un traumático suceso Jessica deja su vida de salvadora para convertirse en detective privado. Es una bebedora empedernida y a pesar de que tiene buen corazón, está lejos del héroe clásico. La ambientación también es diferente, alejada de las típicas películas de acción como Los Vengadores, se acerca más al noir. Por otra parte, podemos destacar que en los primeros capítulos la fotografía tiene una gran relevancia. En vez de pintar al villano de morado como en los comics, nos encontramos con la presencia de luces de ese color cada vez que el antagonista está cerca.

Killgrave, el enemigo de esta temporada, es un gran punto a favor. Puede hacer que las personas hagan lo que él quiera con sólo pedirlo. Un poder mucho más interesante que la fuerza bruta.  Es todo un acierto que no nos lo muestren desde el principio, convirtiéndose en un monstruo que acecha en las sombras y que no sabes cuándo atacará. Su mentalidad abusiva ha sido comparada acertadamente con la de un maltratador de mujeres. Un hombre sin piedad ni ética alguna que está obsesionado con nuestra protagonista.

La pobre coreografía de luchas puede estar justificada al intentar alejarse de las series de superhéroes pero su final no es del todo satisfactorio. Después de ver de lo que es capaz Killgrave te esperas una gran lucha o algún giro sorprendente pero no es así. Sin embargo, es una grata sorpresa y una demostración de que la combinación Marvel + Netflix puede generar grandes resultados.

6. The Americans

Phil y Elizabeth Jennings no son lo que parecen. Desde fuera puedes verlos como una familia americana de los años 80 de lo más normal pero en verdad son una pareja de agentes del KGB encubiertos. Con la guerra fría y el mandato de Ronald Reagan como telón de fondo, nos encontramos con una gran serie de espías y una de las más incomprendidas del panorama actual. Juega con el secreto sobre los espías, quién lo sabe y quién no, la lucha por conseguir los secretos del enemigo, los agentes dobles… Nuestros protagonistas deben usar pelucas para hacerse pasar por otras personas y es entonces cuando vemos sus mejores actuaciones, mostrando sus diferentes caras.

A pesar del tipo de género, uno de los grandes logros de The Americans es la visión de la familia desde una perspectiva que no estamos habituados. El giro del final de la segunda temporada sembró una semilla que ha ido evolucionado este año por un camino muy interesante y al fin y al cabo, necesario. De igual manera, en esta tercera tanda de episodios se ha incluido temas como el movimiento anti-apartheid o la guerra de Afganistán pero sobre todo se ha enfatizado en la parte más emocional y no han faltado los momentos de tensión.

7. Narcos

La historia sobre Pablo Escobar ya se ha contado en numerosas películas y documentales pero resulta tan fascinante que no es de extrañar que Netflix decidiera hacer una serie. El argumento se centra en dos puntos de vista, por un lado los esfuerzos de la DEA, la policía y los políticos colombianos de acabar con la droga, y por otro, la creación y evolución del cartel de Medellín, una de las organizaciones criminales más ricas y despiadadas de la historia moderna.

A nivel formal, lo más interesante es su narración. Contar la historia con la voz en off del agente de la DEA e intercalar las escenas con vídeos reales de Pablo Escobar es todo un acierto. La fotografía está cuidada, la ambientación muy lograda y se agradece que los colombianos hablen normalmente entre ellos en español y no en inglés, aportando así mayor credibilidad. Asimismo, ver la evolución de nuestro protagonista, que pasa de ser un mísero contrabandista de televisores de familia humilde a una de las personas más buscadas y temidas del país, es fascinante. Veremos cómo el poder y el orgullo se apoderan de él y cómo sus ansias de ser una figura importante hacen mella en la organización. Que el actor que encarna a Escobar sea brasileño se nota y mucho. Es un tema muy criticado y con razón aunque Wagner Moura se esfuerza por ofrecer la mejor actuación posible.

8. Hannibal

Como he comentado con Fargo, Hannibal tiene una personalidad que ha explotado al máximo en esta tercera temporada. Cada vez se ha ido alejando más de los casos autoconclusivos. La primera mitad se desarrolla en Italia y en ocasiones abusa de lo preciosista y se olvida de la trama. En cambio, en la segunda mitad se cambia el chip y da lo mejor de sí. Se introduce el libro del Dragón Rojo y nos mete de dentro en la paranoia de este nuevo asesino, interpretado de forma majestuosa por Richard Armitage.

Se ha seguido explotando la complicada relación entre Hannibal y Will, adentrándonos todavía más en su mundo oscuro. Y nos ha dejado con un final sorprendente y muy satisfactorio. Un final que dejaba abiertas las puertas a una posible nueva temporada pero parece que ninguna otra cadena ha querido rescatar. De momento no vamos a poder seguir disfrutando de esta magnética, incómoda y visualmente exquisita producción.

9. The Knick

Esta segunda temporada ha mantenido el nivel y ha seguido demostrando que es mucho más que un drama médico. Es más una ventana por la que podemos ver cómo era la sociedad de principios del siglo XX. Steven Soderbergh nos sigue deleitando con su estilo crudo y sus meditados encuadres; Cliff Martinez nos sigue cauticando con su música electrónica tan anacrónica; su ambientación que mezcla el lujo, la suciedad de Nueva York y el pulcro blanco de la sala de operaciones sigue siendo aluciante; y como no, sus personajes siguen dibujñandose con precisión. En la primera temporada vimos como muchos caían al infierno y ahora debían intentar recomponerse. De igual manera, en la segunda temporada hemos seguido viendo el racismo (con la incorporación de la eugenesia entre los temas que se tratan), el machismo, la corrupción, la iglesia, las epidemias y como no, la incorporación de nuevos métodos científicos como la radio o de nuevos inventos de la época como el cine (e incluso vemos los inicios de la pornografía).

The Knick te muestra cómo era la vida sin escrúpulos, sin paños calientes. Además vemos la evolución de personajes como el de Harriet y Cleary, conocemos más sobre Lucy, vemos como lidia Thackery con las adicciones, descubirmos cómo es Henry Robertson… Con un final impactante y que parece dejar cerradas varias tramas de una forma que puede servir como final de temporada o de la serie. Todavía sin confirmar la tercera temporada, sí se ha encargado la escritura del guion del inicio de la siguiente temporada.

10. Doctor Who

Una serie de ciencia ficción mítica en Gran Bretaña que se empezó a emitir hace más de 50 años. Narra las aventuras de “el Doctor”, un Señor del Tiempo que viaja por el universo a través del tiempo y del espacio en su nave espacial conocida como TARDIS y con distintos acompañantes que lo ayudan a afrontar los problemas con los que se encuentra.

El año pasado vimos una floja introducción del nuevo doctor, interpretado esta vez por Peter Capaldi. Pero esta vez Steven Moffat y compañía han estado mucho más inspirados en los guiones y ha dado como resultado una de sus mejores temporadas, al nivel de anteriores temporadas con el décimo (David Tennant) y undécimo doctor (Matt Smith). Los capítulos autoconclusivos han sido prácticamente todos de excelente y las tramas principales han sido de gran interés. Asimismo, se ha introducido muy acertadamente a Ashildr (Maisie Williams) como nuevo personaje.

Mención especial para…

The Good Wife: Ha bajado el nivel pero el matrimonio King nos sigue ofreciendo casos muy interesantes, introduciendo también temas de actualidad. La pérdida de personajes clave finalmente ha hecho mella, las relaciones entre los que quedan no son tan apasionantes y las tramas continuadas no funcionan tan bien. Aun así, hemos podido conocer personajes fascinantes como el de Jason Crouse (Jeffrey Dean Morgan) y los primeros capítulos han sido un soplo de aire fresco viendo a nuestra protagonista desempeñando un trabajo más «humilde».

Better Call Saul: Tenía el listón muy alto y a pesar de no llegar al nivel de Breaking Bad, es un muy buen spin-off. Resulta interesante conocer los inicios de Saul Goodman y ver su lado más humano. No se olvidan de ofrecen una buena puesta en escena y una ambientación trabajada. El humor funciona estupendamente pero además cuando han tenido que sacar su lado más dramático, como en el memorable episodio centrado en Mike, han cumplido con creces.

El ministerio del tiempo: La sorpresa española del año. Se ha alejado de las típicas series de nuestro país que se centran en la familia y quieren abarcar todos los targets y aunque es para todas las edades, se centran en un género muy poco explotado aquí: la ciencia ficción. Viajes al pasado, historia, acción y buenos puntos de humor son algunos de los ingredientes. Cuenta con un potente grupo de fans (conocidos como los ministéricos) y con gran cantidad de contenido transmedia. Podeis leer mi crítica completa aquí.

Homeland: Se olvida, en parte, de lo sucedido en la temporada anterior y esta vez la historia se sitúa en Berlín. Nos introducen el tema de Siria, tan de actualidad actualmente, además de nuevos personajes (genial Miranda Otto) y vemos una nueva cara de Carrie. Todo ello sin olvidar esos momentos trepidantes marca de la casa. El final puede suponer un punto de inflexión para la serie, veremos cómo la desarrollan de cara a la sexta temporada.

American Horror Story – Hotel: Después de las decepcionantes Coven y Freack Show, esta temporada recupera el nivel. Sin llegar a la altura de Asylum y Murder House pero con grandes capítulos como el centrado en la condesa (Lady Gaga resulta convincente) y John Lowe (Wes Bentley). Como viene siendo habitual, grandes actuaciones y buena puesta en escena.

Luther: Un especial de Navidad en el que pudimos volver a observar a nuestro protagonista intentando atrapar un psicópata asesino en serie y ya de paso aterrorizarnos con las nuevas tecnologías. El personaje de Alice tiene cierta relevancia pero se echa en falta un mayor protagonismo ya que es cuando la serie brilla al máximo nivel. Finalmente Luther resulta ser un buen regalo de Navidad aunque el mejor está por llegar (Sherlock).

The Affair: El juego con los puntos de vista y la narración fragmentada en dos ya no resulta tan sorprendente pero los guionistas han sabido evolucionar aportando una nueva óptica. Esta vez hemos podido ver a Joshua Jackson y especialmente a Maura Tierney en todo su esplendor. Además el último capítulo ha sido brillante, poniendo al fin toda la carne en el asador.

Juego de tronos: Ha empezado bastante floja pero ha tenido unos últimos capítulos espectaculares. Se ha echado en falta más trama política y diálogos memorables pero ha habido acción y, como siempre, polémica. Y hay que destacar también que al fin se ha premiado en los Emmy a una serie de fantasía, un género muy menospreciado. Puedes leer mi crítica completa con spoilers aquí.

The walking dead: Sus primeros capítulos han mezclado lo mejor de la serie de zombis: la acción y la retrospección. Terminó la temporada anterior mostrándonos Alejandría y la sexta ha tenido un inicio de temporada de infarto.

Y ahora os toca a vosotros, ¿cuál es vuestro top 10 seriéfilo?